La primera mención de la estancia "Los Cocos" data del 26 de abril de 1711, cuando el capitán Antonio de Zeballos da en dote matrimonial a su hija Catalina, cuando contrae nupcias con don Francisco Luján de Medina, la "estancia y tierras de Los Cocos en este valle de la Punilla". Este lugar formaba parte de la antigua merced otorgada por el fundador de Córdoba a uno de sus principales jefes, don Bartolomé Jaime, hacia fines del siglo XVI. El nombre de Los Cocos se debe a que uno de los árboles que predominan en la zona es el coco salvaje.
Posteriormente, la vieja estancia fue pasando de generación en generación hasta que a fines del siglo XIX su propietario, don Denecio Ceballos, Construye su vivienda a la vera del arroyo El Sauce, siendo ésta la primera casa de Los Cocos (que aún continúa en pie y habitada
A principios del siglo pasado se comienza a lotear y dividir la estancia, siendo sus principales compradores los empleados de los ferrocarriles ingleses, ya afincados en la cercana La Cumbre, y comienzan a construir los primeros chalets y casas de veraneo. Para 1910 ya había numerosas construcciones y comenzaba a operar el primer hotel de Los Cocos, "Los Molles
Paulatinamente la belleza del lugar y la característica de ser el lugar habitado a mayor altura de las Sierras Chicas, fue convirtiendo a Los Cocos en lugar elegido por muchas familias para convertirla en su lugar de veraneo. Así, durante las dos primeras décadas se fueron afincando importantes figuras de la cultura y ciencia argentinas. La principal impulsora de las bondades del lugar fue la Dra. Cecilia Grierson, primera médica argentina y sudamericana, cuya casa, "El Espinillo" sigue siendo hoy uno de los sagrados símbolos del lugar. Otra mansión "La Loma", levantada por don José Pedro Majorel en 1918, es hoy un magnífico museo que lleva el nombre de su esposa, doña Victoria Crenna, y constituye el centro cultural de la localidad
También comienza en esas primeras décadas del siglo XX la construcción y engrandecimiento del Hotel "El Descanso", el que con el tiempo fuera transformado en un lugar de recreación por el que han paado numerosas generaciones de argentinos y extranjeros a lo largo de todos esos años y hasta la actualidad, donde sigue ofreciendo sus numerosos museos temáticos y su incomparables "laberinto", meca de miles de visitantes durante todas las épocas del año
En la época del apogeo turístico de la región, allá por las décadas del 40 y 50 del pasado siglo, Los Cocos contaba con más de veinte establecimientos hoteleros y numerosos y calificados servicios para sus visitantes. Tal fue el desarrollo, que la Sociedad de Fomento del comercio local logró, el 12 de enero de 1957 que se convirtiera en municipio, siendo su primer intendente don Bautista Mafasantti.
Uno de los principales hitos de la localidad fue la erección de la Capilla de Santa Teresita de Jesús, patrona de Los Cocos, en 1934, cuyo interior decorado por Alfredo Guido es uno de los orgullos del lugar. Asimismo, el monumento a la bandera nacional, el "Mástil de Los Cocos", emplazado en la cima del cerro El Camello e inaugurado en 1939, constituye un elemento de identidad única para esta hermosa villa serrana.
En la zona más alta del Valle de Punilla, recostado en los declives occidentales de las Sierras Chicas, tiene su asiento Los Cocos, un verdadero paraíso natural. Enmarcada en una explosión de montañas y frondosa vegetación, en donde abundan los árboles de molle y coco salvaje (de allí el nombre de la localidad), existe una pequeña población de casi mil habitantes que tiene en la atención del turismo su principal vocación.
"Recuerdo el dulce tiempo de sierras cordobesas / pasado con el alma sin un solo deseo, / vagando entre las matas de menta y de poleo, / los cielos deslumbrantes, los días sin sorpresas...."
Estos versos forman parte del soneto que escribiera Alfonsina Storni, en su libro "Ocre", en una de sus estadas en Los Cocos. A partir de la década del 20, escritores, poetas, artistas plásticos eligen a esta localidad para desarrollar sus creaciones. El historiador Roberto Levillier, eligió este solar para ordenar sus trabajos de las crónicas de la conquista española en el Tucumán; como así también el escritor Manuel Mujica Lainez lo eligió como morada final para su descanso eterno.
Por esos años la familia Majorel se instala en una mansión, donde allí se concentrarían por años las reuniones de los más selectos artistas. Actualmente en la residencia funciona el Museo La Loma donde en sus salones aquella magia de la bohemia y la cultura se prolonga en exposiciones plásticas, cursos, espectáculos y conferencias de excelente nivel.
No existe fecha ni acto de fundación registrado. El primer documento que cita la estancia de Los Cocos, origen de la localidad, se remonta al 26 de abril de 1711, cuando el Capitán Ceballos entrega la estancia como dote matrimonial a su hija Catalina. A partir de principios del siglo, se fue poblando por familias inglesas, quienes construyeron sus casas de veraneo y de retiro. Con el transcurrir de los años, fue creciendo como centro turístico de primer nivel, llegando en la década del '50 a contar con más de 2000 habitantes, además de numerosos hoteles y hosterías. La municipalidad de Los Cocos fue creada en 1957 y su primer intendente fue Bautista Maffassanti. El 3 de octubre se festeja la Fiesta Patronal en homenaje a Santa Teresita del Niño Jesús.
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